En opinión de Nietzsche ...
El origen de la religión es el miedo, es decir, los sentimientos de angustia e impotencia que el ser humano desarrolla a lo largo de su vida. La religión ha caído en el mismo error de la metafísica, reivindicando para sí la trascendencia y el mundo sobrenatural (Dios, el más allá). Nietzsche arremete contra todas las religiones. El cristianismo rechazó los valores dionisiacos de la antigüedad clásica, inventando un mundo ideal, inexistente, alejado de todo contacto con el mundo real.
La religión sería un simple platonismo de naturaleza popular, una filosofía y una moral vulegares para personas débiles y esclavos. Propone valores exclusivamente decadentes, propios de un rebaño, aptos sólo para esclavos: humildad, mansedumbre, obediencia, sacrificio. Contrarios a los impulsos vitales más elementales.
En su obra "El Anticristo" se hallan las más duras críticas de Nietzsche contra el cristianismo. Afirmando que no es otra cosa sino la revuelta del pueblo llano contra los señores; para la religión sólo cuentan los valores del pueblo llano alzado contra el poderoso.
La religión inventó a su voluntad de la vida más allá de la muerte, el juicio final o la resurrección de tal forma al bienaventurado se le pudiera premiar su mansedumbre en una vida que nada tuviera que ver con la real. Cuando Nietzsche ataca al cristianismo está atacando a toda la tradición metafísica de Occidente, única responsable del rechazo a todo lo corpóreo. Sólo lo que se nos aparece a la vista es real, siendo por tanto, la eternidad una idea, no sólo vaga sino falsa.
En cuanto a la muerte de Dios...
En la base del cristianismo está la idea de Dios, representación de todo lo opuesto a la vida, el ateísmo como única forma de alcanzar la fuerza, la libertad y la independencia de espíritu; las creencias no son más que la representación de la debilidad y la cobardía humanas, contrarias a la vida. La misma idea de Dios es pura ensoñación.
El propio ser humano podría ocupar el espacio vacío dejado por Dios, puesto que aquél es el único capazde crear los valores y de legislar sobre ellos. Al desaparecer Dios deberían desaparecer todos los valores que se le han adscrito. Habría una serie de nuevos valores que, sostendrían de hecho a los antiguos, la democracia y el socialismo.
La definitiva muerte de Dios traerá antes o después la muerte de los valores absolutos y de las leyes morales objetivas. El rechazo de los valores por parte de Nietzsche supone un acendrado nihilismo. Al desaparecer el ser humano recupera su fuerza creadora y se concentra de una vez por todas en el mundo real.
Tras la muerte de Dios, se plantea la idea del último hombre...
En su libro "Así habló Zaratustra" habla de manera metafísica, se da cuenta de la enorme sacudida que ha supuesto la muerte de Dios. Este punto de referencia resulta decisivo para que el ser humano libre alcance la transmutación de valores. Dios es un acontecimiento histórico, todos los hombres y mujeres han dado muerte a Dios.
El primero en darse cuenta de lo ocurrido es el hombre loco que encolerizado por una especie de sútil emoción omienza a gritar, tan increíble le parece lo ocurrido. Después de su muerte, los seres humanos no se dirigen ya a Dios, sólo se dirigen entre ellos para comunicarse mutuamente que su pleno desarrollo es perfectamente posible. Ante esto, existen riesgos evidentes.
El primer riesgo es la caída de todo idealismo y del olvido de toda trascendencia, acabando completamente desamparado y a la deriva. El ser humano que vive sin necesidad de recurrir ni a la nada ni a la idea de Dios, le sirva para trascenderse a sí mismo.
El ser humano debe crear una instancia que sin necesidad de recurrir ni a la nada ni a la idea de Dios, le sirva para trascenderse a sí mismo.
REFERENCIAS
referencia 1: apuntes de clase