Comencemos recordando que el primer gran filósofo fue Tales de Emileto, el discípulo de Anaximandro que a su vez había sido discípulo de Anaxímenes. Dato importante es que Emileto estaba situado en lo que actualmente se denomina Turquía, al igual que Efeso. Ahí nacería Heráclito de Efeso. Parménides, en cambio, era de Elea (lo que sería hoy en día sería un lugar cercano a Nápoles). Entre otros, Demócrito vivía en Abdera (Grecia) y era discípulo de Pitágoras. Platón y Sócrates eran, cómo no, de Atenas.
Fluorit. ¿Qué es Fluorit? Se le denominaba al máximo apogeo de su inteligencia. Es decir, todos intentaban sacar su máximos fluorit. Al fin y al cabo, el ser humano tiene la necesidad de explicar lo que le sucede. Necesita sistemas, creencias... De ahí comenzaron a surgir los dioses, de las preguntas. ¿Por qué llueve? Dios de la lluvia. ¿Por qué caen rayos? Dios de la tormenta. Los griegos comienzan a preguntarse el origen de las cosas. Se preguntan si todo empezó en un instante, o nunca ha dejado de funcionar. Si retrocedemos mucho mucho tiempo atrás... ¿Cuál es el origen de la vida? ¿Del universo? ¿Por qué se creó vida? ¿Por qué el ser y no la nada?
Hay un concepto lógico, ontólogico y fundamental que dice; del no ser, no puede surgir el ser. Es decir, de donde no ha habido algo, no puede surgir algo. Y parteindo de este punto, las personas desarrollan su propia creencia. Los que defienden que del Big Bang (por ejemplo) se creó todo y los que defienden que desde un principio ya hubo algo que funcionaba. ¿Y quién creó a ese algo que ya funcionaba? Demasiadas preguntas. La regresión infinita de causas repugna a nuestra mente. Sentimos un fuerte mareo ya que aun sabiendo que no tenemos una respuesta justificatoria intentamos buscarla.
Ponemos el ejemplo de Tales, que predecía eclipses. La gran mayoría de la gente no predecía eclipses en aquella época. Por no decir nadie, excepto Tales. Era muy fácil engañar al ignorante. Si Tales quisiese, por ejemplo conquistar un pueblo, no tendría más que amenazar con apagar el sol. Claramente, le tomarían por loco. Pero, al empezar el eclipse... El miedo inundaría la mente de esos pueblerinos. Ya que al no saber, juzgan por lo que ven.